El nuevo AIFA, demoliendo 5 mitos del nuevo aeropuerto

Mucho se ha dicho sobre el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, tanto a favor como en contra. Pero, más allá de lo controversial, ¿qué es real y que no lo es del llamado AIFA? Hicimos un recorrido para demoler los 5 mitos más comunes sobre el nuevo Aeropuerto Internacional de Santa Lucía. Esto es lo que nos encontramos:

Más cerca de lo crees

Se dice que el AIFA está muy lejos de la ciudad, pero ¿realmente está tan lejos? La verdad no, depende del lugar. Por ejemplo, a nosotros nos tomó sólo 40 min. en auto llegar del AIFA al AICM (menos de lo que se hace de Santa Fe al AICM, por ejemplo). Inclusive, desde algunos puntos como Ciudad Satélite, el traslado puede ser de tan solo 30 min. Lógicamente, si partimos desde lugares más lejanos, el trayecto puede ser más tardado.

Llegar al AIFA es prácticamente como llegar de un punto a otro al interior de la ciudad. Además, las nuevas obras viales están agilizando cada vez más el tráfico hacia la terminal. El transporte público ya incluye una línea del Mexibús y, una vez que entre en operación, el Tren Suburbano moverá de forma masiva, rápida y eficiente a millones de pasajeros.

Sin embargo, la mejor opción de movilidad en el AIFA es rentar un auto con MEX. No hay nada como la comodidad de salir de las bandas de equipaje y recibir la llave de tu auto. Te ahorras estacionamiento y puedes regresar el carro sin costo en cualquiera de nuestras oficinas, ya sea en la del AIFA, la del AICM o la de Av. Florencia. Es cómodo, práctico y mucho más barato que otras opciones.

De la “central avionera” al aeropuerto del futuro

Otro mito muy común sobre el nuevo aeropuerto es que está mal hecho, que es una “central avionera”. En realidad es lo contrario, el AIFA no le pide nada a los mejores aeropuertos del mundo. Todo está diseñado con cuidado: las vías de acceso, las salas, el estacionamiento, las pistas, los patios, etc. Los pasajeros que llegan nunca se cruzan con los que salen, ya que cada flujo de pasajeros está adecuadamente organizado.

Todo en el AIFA es muy amplio, desde los corredores hasta las pistas. La seguridad es otro punto fuerte del aeropuerto. Los filtros, por ejemplo, destacan por su tecnología y por la agilidad con la que se lleva a cabo la revisión. Los elementos de la Guardia Nacional custodian en todo momento las instalaciones. Y, bueno, sobre la limpieza, hay que decirlo: todo está impecable.

¿El aeropuerto fantasma?

La idea del AIFA como un aeropuerto vacío y con escasos pasajeros ya no corresponde a la realidad. Quizá así fue al inicio, tras su inauguración, cuando el número de pasajeros era bajo. Pero hoy son cada vez más las personas que usan las instalaciones. Las operaciones de pasajeros ya están cercanas a las 70 diarias y se espera que esta tendencia siga en aumento.

También se ha dicho que en el AIFA no hay dónde comer, o que los mostradores están vacíos. Pero en nuestro recorrido constatamos que ya hay ocupados aproximadamente un 40% de los espacios comerciales. Entre ellos restaurantes, tiendas de regalos y cafeterías. Muy probablemente, con el paso del tiempo y el aumento de pasajeros, los locales comerciales disponibles se irán ocupando.

Existen también un par de hoteles que ya funcionan: uno construido por la Sedena y otro operado por una cadena hotelera. Además, ya está operativa una central de autobuses dentro del Aeropuerto, con destinos a las principales ciudades aledañas al Valle de México. Esto permite que la conectividad terrestre sea óptima.

Sobrio, pero también avanzado

Una de las particularidades del aeropuerto es la conexión de carga, que se da a través de un tren que llega hasta el área de aduanas para facilitar el tránsito de mercancías. Además, el Felipe Ángeles tiene otra curiosidad: aunque casi no se percibe, está construido en módulos separados para que, en caso de sismo, el movimiento o colapso de un módulo no afecte a los demás.

Pocos saben también que el AIFA incorpora tecnología verde. Por ejemplo, los cristales de la terminal cuentan con una tecnología térmica que resguarda el calor en tiempos de frío y mantiene la frescura en tiempos de calor. Esto hace que el sistema de climatización sea más eficiente. Por otro lado, el Aeropuerto cuenta con su propio campo de paneles solares y una planta de tratamiento de aguas. Por si fuera poco, las pistas de aterrizaje son son más largas de lo normal, lo que permite que los aviones gasten menos combustible al despegar.

Todo menos aburrido

¿Tienes una escala en el AIFA y tendrás que esperar en el aeropuerto? No te preocupes, no le vas a sufrir para entretenerte. El complejo aeroportuario tiene tres museos abiertos al público. El más grande es el Museo del mamut, que conserva los restos paleontológicos encontrados durante la construcción del aeropuerto. Se trata de una exposición de primera calidad con piezas muy llamativas, tales como osamentas de mamut, restos de tigres diente de sable y otros objetos. Además tiene salas interactivas y especializadas en niños.

También puedes visitar el Museo de la Aviación y el Museo del Ferrocarril. El primero exhibe muchas de las aeronaves más emblemáticas que, a lo largo de su historia, ha utilizado la Fuerza Aérea Mexicana. El segundo permite hacer un viaje al pasado al ingresar al tren presidencial Olivo, medio de transporte usado por los presidentes de la República desde 1927 hasta 1960. Si no tienes tiempo de ir a los museos, puedes dar un tour por los baños temáticos del aeropuerto.

En resumen, para conocer el AIFA sólo se necesitan dos cosas: un boleto de avión y ganas de sorprenderse.